Ayer Martes impartí la primera sesión de un curso presencial de 12 horas en Vimianzo. Drupal, como casi siempre desde los últimos dos años, es el "culpable" de que yo sea el docente de este curso.
Llegar a Vimianzo desde Santiago de Compostela es una pequeña odisea, sobre todo si te dejas aconsejar por un GPS. En varias ocasiones durante el viaje de ida pensaba que no llegaría a tiempo a la primera jordana.
Vaya si llegué. La primera sorpresa fue el aula. Un aula limpia y ordenada, con unos 20 pcs para los alumnos y alumnas y un pc para el docente con conexión a Internet y un cañon de vídeo. Me sorprendió gratamente la proporción masculino/femenina: 1 a 17 para las "chicas". La verdad es que no suele ser habitual encontrarse con estas proporciones, sobre todo en el mundo de la tecnología. Espero dentro de un tiempo no volver a hacer este tipo de comentarios.
Mis alumnas/os llegaban a la jornada Drupal con carencias palpables para citar un navegador que no fuese Internet Explorer. Después de una charla de "evangelización" , descripción del entorno y una pequeña dosis de confianza, todos, incluídos el que suscribe,nos fuimos soltando. Tanto que al final de la clase ya podían distinguir funcionalidades del "core" y otras aportadas por "módulos contribuídos". Nunca tuve dudas sobre la enseñanza pública en el estado español, si bien es cierto que en ocasiones he criticado el sistema educativo, y puede que incluso que también lo haya echo duramente contra los docentes. No es el caso. En la primera sesión(y esperemos que sea así en las tres restantes) han demostrado una capacidad de asimilación y de aprendizaje que ya les gustaría a muchos "engineering" y "project manager" con los que coincido en el algún que otro proyecto. (Creo) que han vencido el miedo a enfrentarse a una tecnología nueva. Estoy contento. Y lo estoy por que no es mérito mio, yo sólo recito lo que he aprendido estos 12 años, es suyo.
Salud!